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Historiador. Profesor Titular de Historia de la Cultura y del Derecho en el Seminario de Historia del Derecho del Doctorado en Ciencias Jurídicas y en la Carrera de Abogacía en la Pontificia Universidad Católica Argentina y Profesor Titular de Historia Constitucional Argentina en la UCALP:

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EDITORIAL

viernes, 13 de marzo de 2015

Memoria: la destitución de magistrados de la Corte Suprema de Justicia de la Nación en 1947

La Corte en 1938: sentados (izq. a der.), procurador general Juan Alvarez, ministros Francisco Ramos Mejía, Antonio Sagarna, Roberto Repetto, Luis Linares y Benito Nazar Anchorena Foto: Archivo La Nacion




FUENTE LOS ANCHORENA

http://www.acciontv.com.ar/soca/ancho/indice.htm consultado el 13/3/2015

Memoria: la destitución de magistrados en 1947
Aquel otro juicio a la Corte
Cómo se desarrolló y cuáles fueron las razones políticas para remover a cuatro ministros en la primera presidencia de Perón
No está demás refrescar en estos días cómo fue el enjuiciamiento político a los miembros de la Corte Suprema de Justicia en los comienzos del primer gobierno de Juan Domingo Perón. Aquel proceso, que culminaría con la destitución de todos los magistrados menos uno -el único peronista-, se gestó en nueve meses y dio a luz otro tribunal, esta vez con miembros declaradamente adictos al flamante gobierno. Observemos las razones políticas de tal decisión y cómo se desarrolló.
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Al llegar en junio de 1946 a la presidencia, Perón tuvo en sus manos los resortes necesarios para gobernar sin dificultades.
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Mayoría absoluta en ambas Cámaras y gobiernos provinciales adictos eran más que suficientes para llevar adelante un programa de importantes realizaciones por la vía democrática.
Sin embargo, le molestaba que uno de los tres poderes permaneciera fuera de su alcance: la Corte Suprema. No fue difícil advertir que muy pronto caería también en sus manos al escucharse su mensaje ante la Asamblea Legislativa que le tomó juramento.
Uno de sus párrafos fue bien explícito: "Pongo el espíritu de la Justicia por encima del Poder Judicial. La Justicia, además de independiente, debe ser eficaz. Pero no puede ser eficaz si sus conceptos no marchan a compás del sentimiento público".
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La advertencia fue muy clara, pues si ese "sentimiento público" era el peronismo, la Corte también debía expresarlo. Idéntica doctrina aplicaría varias décadas después su mejor discípulo, sólo que en lugar de promover la destitución de los magistrados prefirió incorporar a cinco amigos suyos e instalar así una mayoría automática.
El único camino que la Constitución le permitía a Perón poder desembarazarse de la Corte era el juicio político a cada uno de sus ministros. Le transmitió esa inquietud al presidente de la Cámara, Ricardo César Guardo, y allí brotó el nombre de un elegido para presentar el proyecto. Sería el diputado Rodolfo A. Decker, titular del bloque oficialista.

Decker absorbió fielmente aquella responsabilidad y el 8 de julio -al mes de inaugurado el nuevo gobierno- presentó con su única firma el pedido de juicio político contra Antonio Sagarna, Benito Nazar Anchorena, Francisco Ramos Mejía y Roberto Repetto.

Este último había renunciado el 22 de mayo, poco antes de que Perón asumiera la Presidencia, pero ni la jubilación que acababa de acordársele lo inmunizó contra ese proceso, que también alcanzó al procurador general de LA NACION, Juan Alvarez.

El único en salir ileso sería Tomás D. Casares, de manifiesta adhesión al peronismo, como que había sido incorporado a la Corte durante el régimen presidido por el general Edelmiro J. Farrell.

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